martes, 12 de diciembre de 2017

LA DEL PIRATA COJO

Yo, como Sabina, también elijo la del pirata cojo. Podría embarcarme y vestirme con otras pieles que nunca seré como

Imagen cedida por mi hija
Vedette en el Follie

Amazona en Grecia

Princesa de cuento

Madame en Francia

Una poeta en la RAE

Vidente de tus manos

Bruja en la Edad Media

Meretriz en Roma

Activista de Femen

Emperatriz en Austria

Enóloga en una Bodega

Espía en Alemania

Astronauta en la Nasa

…………

 Pero si me dan a elegir yo elijo también la de una pirata coja con parche en el ojo, con cara de mala, una vieja truhan, capitán de un barco que navega con su propia vela, con destino incierto, sin costumbres, ni tradiciones, ni objetivos impuestos, con su propia bandera que no defiende nada, salvo la vida, porque no necesita ninguna tierra con la que identificarse; que quiere navegar sobre las aguas y el placer de la libertad sin rumbo, sin lanzarse al abordaje, porque ya no lo necesita.

Ese pirata que va cantando porque está feliz de sentirse fiero, orgulloso del dolor sufrido, dueño de su propio destino, dueño de sus ideas, que puede cambiar si los vientos arrecian de otro lado porque sabe que no hay verdades absolutas, solo un horizonte por descubrir y quiere ir a por él.