domingo, 5 de mayo de 2019

LA SEMÁNTICA DEL COITO

Dándole vueltas al comentario de Cayetana sobre cuánto decimos las mujeres sí o no, me puse a pensar sobre lo que yo digo. Cuestión nada fácil, puesto que cuando estás metida en la faena, una no se entera muy bien de lo que dice o hace, estás a lo que estás. Pero más o menos, recapitulando un poco, cuando empieza la pelea por conseguir cada uno lo que quiere, la cosa, en mi caso, empieza claramente, aunque el lenguaje puede cambiar de una ocasión a otra.

 
  1. Déjate de chorradas y métela ( lo siento los preliminares me ponen nerviosa cuando se alargan)
  2. Uy!!!Yaaaa!!!!     Así síiii. (bueno, por ahora, creo que digo un sí)
  3. Luego depende de la postura que vayas adquiriendo en la refriega, pero suele haber muchos exabruptos tipo: Joder qué rico o dale fuerte cabrón que es para eso ( se suele insultar mucho al otro, no entiendo muy bien por qué); así como algún tipo de adverbio de cantidad muy conocido: más.
  4. Luego, si pasas al dominio de la cuestión: empiezas con el ahora me toca, te vas a enterar (insultos varios); así es como me gusta; quieto ahí que mando yo; no te lances que te veo.
  5. Ahí puedes pararte e intentar el beso de Singapur y para eso, muy concentrada, no dices nada hasta que mandas todo a la porra, lo verbalizas incluso, para luego seguir gritando exabruptos metiendo a Dios por medio, a tu madre y a quien te venga a la mente.
  6.  Y entonces, notas algo y empiezas ahí, ahí, dále ahí (sí, hay orgasmo vaginal). De repente, no dices nada hasta que explotas con un suspiro creciente.
Al final, examinando el tema tengo que dar la razón a Cayetana, puede que no se diga todo el tiempo sí; se dicen otras cosas nada concretas que pueden dar lugar a interpretaciones diversas, ya que el vocabulario utilizado suele ser más bien pobre. Pero, bueno, todo será hacer una tesis sobre la semántica del coito en la historia de la humanidad.