viernes, 29 de septiembre de 2017

¡QUE SOY UNA MAMA!

“Mira lo que hace y es una mamá” Es la frase que oí en un parque cuando jugaba con mi hija y una de sus amigas a hacer piruetas en los diversos aparatos colocados al efecto. Como podrán imaginar, yo intentaba el más difícil todavía. Sí. El peor ejemplo para unas niñas aventureras. Cualquier adulto con dos dedos de frente me habría podido espetar que no debía enseñar esas cosas a las niñas porque podían hacerse daño. Lamentablemente, no se dio el caso y yo seguía con mis volteretas.

En un reposo, de repente, se escuchó la frase; resonó en mis oídos como un chirrido. ¿Quién les enseña a unas niñas tan pequeñas de 7 años cómo es una mama?

¡Ay, qué pena! Las mamás o los papás tienen que ser iguales, homogéneos, cumplir el manual, ése que nadie me enseñó. Yo sigo buscándolo, pero me da que lo voy a encontrar un poco tarde. Y seguro, seguro que no me va a gustar.

martes, 19 de septiembre de 2017

CABRONA QUE SOY

¿A que no suena mal? Y sí, alguna vez me lo han dicho. La última vez una gran amiga mía. Creo recordar que había dicho algo improcedente. Curiosamente, es una palabra que, en su reciente uso femenino, tiene connotación positiva, mucho más que el masculino. Claro que visto desde otro ángulo, cabrón es el hombre que está casado con una mujer que le es infiel y, además, lo consiente. Aunque con tal significado se pronuncia más bien poco.

Pero cabrona se utiliza, fundamentalmente, como un apelativo cariñoso resaltando el aspecto más descarado de la mujer a la que va referida. Lo cual no es nada malo. Por lo menos para mí. Un cabrona puede ser aquélla que se divierte defendiendo, en una conversación, posturas que no comparte; aquella que se ríe de sí misma; aquélla que intenta sacar chascarrillos de cualquier cosa; aquélla que no se amilana si tiene que decir algo  nada formal…En suma, hay unas cuantas cabronas por el mundo. Cada vez un poquito más.

Por eso a mí me encanta que me digan ¡Qué cabrona eres!