¿A que no suena mal? Y sí, alguna vez me lo han dicho. La
última vez una gran amiga mía. Creo recordar que había dicho algo improcedente.
Curiosamente, es una palabra que, en su reciente uso femenino, tiene
connotación positiva, mucho más que el masculino. Claro que visto desde otro
ángulo, cabrón es el hombre que está casado con una mujer que le es infiel y,
además, lo consiente. Aunque con tal significado se pronuncia más bien poco.
Pero cabrona se utiliza, fundamentalmente, como un apelativo
cariñoso resaltando el aspecto más descarado de la mujer a la que va referida.
Lo cual no es nada malo. Por lo menos para mí. Un cabrona puede ser aquélla que
se divierte defendiendo, en una conversación, posturas que no comparte; aquella
que se ríe de sí misma; aquélla que intenta sacar chascarrillos de cualquier
cosa; aquélla que no se amilana si tiene que decir algo nada formal…En suma, hay unas cuantas cabronas
por el mundo. Cada vez un poquito más.
Por eso a mí me encanta que me digan ¡Qué cabrona eres!