domingo, 19 de agosto de 2018

LA BESTIAL SACUDIDA DEL MACHO

En tiempos que parecen recurrir a tanto puritanismo, a mi me sucede todo lo contrario. Quizás sea la edad; quizás el despiste que me hace perder todo, hasta lo prejuicios, pero no puedo evitar la llamada animal que llevo dentro. Así, en  algún momento, tumbada en la cama, medio somnolienta, desperezándome de algún sueño, mi perversa mente me sugestionaba pensando en un tío al lado, mejor dicho, el macho que me pone y, al imaginarlo, surgió de mi boca una frase arrolladora: “arráncame las bragas y métela”, esperando la bestial sacudida del macho.
Debía ser un sueño tremendamente erótico, por las consecuencias. ¡Qué le voy a hacer! El amor tiene su espacio y el sexo el suyo. Los deseos están ahí, surgen y no puedo plantearme reprimirlos, sólo aceptarlos como vienen. Si los reprimiera, ¿qué estaría haciendo?
Estoy segura de que no soy la única que ha soñado con cosas así; es natural, como tíos que sueñan con una tía que le avasalle en la cama. Es lo que tiene el ser humano. Se libro del celo, pero apareció el puritanismo.

A mi se me han perdido los dos y prefiero que me arranquen las bragas o lo que sea.
 
PD: la imagen del León está elegida porque es uno de los animales más sexuales, además de cariñosos. Una cosa no quita la otra, incluso con otros leones. ES decir, son bisexuales, a veces.

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