viernes, 6 de diciembre de 2024

¡Ahí van nuestros impuestos!

Como madre no intento inculcar mis percepciones, ni mis sensaciones, emociones u opiniones a mis hijos; sólo pretendo que exploren, observen y concluyan por sí mismos. Sí, mi hija mira mucho el móvil, le gusta la moda rápida, aunque sabe contenerse, y es como cualquier adolescente que se precie. Quizás los adultos deberíamos mirarnos un poco más al espejo. Sin embargo, tiene sus momentos, ya lo hizo una vez, no queriendo quitarme la ilusión y en otra cuando, de muy niña, me dijo eso de “es que pienso antes de hablar”. En el fondo de su mente, hay una pequeña inconformista que aflora por momentos. La llevé hace unos días a Madrid, paseamos por el rastro y estuvimos por el centro hasta acabar en Sol para ver el encendido de las luces navideñas. Llegaron las seis de la tarde y al encenderse ambas gritamos Oh (aunque no era para tanto, pero había que seguir el guion) y ella, de repente entona “Oh, AHÍ VAN NUESTROS IMPUESTOS” Y yo la miré orgullosa y le dije chapó, hija mía. No, no es recomendable, pero, diantres, qué razón tienes hija.

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