jueves, 2 de abril de 2020

VIDA DE PERROS

Cuando tu perro empieza a señalar que no estamos haciendo lo que deberíamos estar haciendo, la cosa empieza a preocupar. Mi perro ya se comporta como yo y eso no está bien.  Ya es suficiente con una mala mujer para que venga un mal perro (aunque casi estoy segura de que no tiene remedio)
Porque Anibal salió a su paseo corto de la una y media, como es habitual ahora y antes; tras el recorrido en el que no pudo, otra vez, saludar, ni gruñir a su vecino Piloto, al que lleva esperando desde hace más de 15 días mirando a la puerta del garaje a través de la cual, normalmente, se lanzan improperios perrunos que me encantaría entender, decidió que ya era hora probar otra cosa.

Todos los días espera a Piloto

Así que se empeñó en entrar al bar que hay debajo de nuestro piso, parada obligada en tiempos normales. Pero, claro, el bar estaba cerrado. Norka no estaba para ofrecer patatas fritas. Sin embargo, esas nimiedades no le interesan, él insistía en tirar hacia el bar para comprobar si algo iba mal. De la misma forma que corre pared arriba y abajo buscando al perro de al lado o escarba en el suelo y en las paredes.
Pobre. Sabe que anda algo mal, pero cómo explicarle que volveremos al bar y a gruñir a Piloto.  Él quiere su diversión, lo que le sirve de estímulo ya, ahora. Como todos, pero él no lo entiende. Es que el el perro de una mala mujer y ya se sabe, pilla costumbres.

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