Tener hijos supone la perpetuación de la especie. Admiro a
quien decide no tenerlos porque es capaz de no necesitar verse reflejado en el
futuro a través de los hijos. Se podría también tildar de egoístas a quien
quiere tenerlos. Pero yo no voy a caer en ello. Yo respeto las creencias y
opiniones y respeto a Samanta. Es necesario que haya quienes entiendan que los
hijos son lo mejor y otros que no, pero eso no les hace ser mejores o peores. Tener
un hijo condiciona tu vida en lo que puedes o no puedes hacer; en lo que
gastas, en lo que eres. De hecho, sólo tenemos que pensar en nuestras madres y, ahora, en nosotros; en cómo
nos abandonamos cuando llegan los hijos, dejamos de cuidarnos. Hoy cada vez
menos, pero lo hacemos.
Curioso también es que valoremos el club de las malas
madres, pero no lo que dice Samanta ¿Por qué? Muy simple, Samanta ha hecho no
de mala madre, sino de mala mujer.
Y el que no quiera verlo que no lo vea; los hijos te dan muchas
cosas, pero hay que saber reconocer que condicionan otras y no llevarse siempre
las manos a la cabeza por opiniones que rompen con nuestros moldes.
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