Cuando una mala mujer se pone a escribir sus propósitos para
el año entrante, no tiene desperdicio. Y es que los propósitos son eso,
propósitos. Si cada año cumpliésemos todos ellos no nos quedarían propósitos
para tantos años y nos quedaríamos sin ellos. A no ser que uno se proponga un
día lograr la Paz Mundial. Bueno, creo que eso lo quieren siempre las Mises
¿no? Yo soy más simple y algo contradictoria con los propósitos. Intentas
escribirlos y sale lo que sale. Creo que mejor será ir haciendo conforme pasa
el año y olvidar el papel.
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