jueves, 1 de diciembre de 2016

DONDE ESTÉ UN BUEN POLVO

Y este ya era concentrado.
No sé si es propio de malas mujeres. Algo puede que haya. Pero a mí tanto producto concentrado, como que no me va. Quizás algún químico me quite la razón. No se lo discutiré; o quizás sí, me mola eso de discutir a modo de prueba y pasar un rato divertido llevando la contraria, aunque no lo tengas muy claro.
Lo cierto es que cuando el detergente de toda la vida (bueno el más reciente): el del polvo, empezó a encapsularse, para luego volverse líquido y terminar metido en una bolsita pequeña, cómoda y dicen que más efectiva, no me convenció.

Aunque probé hasta las capsulitas, acabé quedándome con el polvo de toda la vida; ese que lo ves y dices “así sí estoy echando algo: un buen polvo”.

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