Y este ya era concentrado. |
Lo cierto es que cuando el detergente de toda la vida (bueno el más reciente): el del polvo, empezó a encapsularse, para luego volverse líquido y terminar metido en una bolsita pequeña, cómoda y dicen que más efectiva, no me convenció.
Aunque probé hasta las capsulitas, acabé quedándome con el
polvo de toda la vida; ese que lo ves y dices “así sí estoy echando algo: un buen
polvo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario