Pues deberían algunos empezar a pensar que deseamos igual
que los hombres y que no somos propiedad de nadie. En nosotras las hormonas
también hacen su efecto y más cuando andan de subida o de bajada.
Pones zorra en google y vaya lo que sale. Pones zorro... |
Las mujeres nos masturbamos y tenemos fantasías, ahora ya se
sabe; aunque todavía cuesta hablar, porque siempre ha sido un tabú, incluso
entre nosotras. Algunas lo achacan al patriarcado. Yo no lo achaco todo al
hombre, sino a la moralidad que también ha impregnado su mirada hacia la mujer.
De hecho, la mujer que habla de ello con toda naturalidad deviene
de golpe en un ser extraño, indecente, indigno, tanto para hombres como para mujeres,
que tienen interiorizada esa mirada moral. Incluso las mujeres son más propensas a utilizar todo tipo de apelativos hacia otras mujeres.
Yo he conversado con hombres con el único objetivo de echarnos
unas risas en cuanto a nuestra pobre actividad, porque creo que somos iguales y
eso nos acerca. El deseo en la mujer se ha visto siempre como un pecado porque
su rol debía ser otro, el de la entrega. Pues no, decimos basta a esa entrega
constante, a ese olvidarnos de nosotras y sí a disfrutar de nuestro cuerpo, de
nuestros deseos, de nuestras emociones y de lo que nos apetezca o no. Aunque
luego nos echen pestes y nos llamen zorras; porque las zorras, como los zorros,
también son astutas.
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