lunes, 12 de diciembre de 2016

YO COMO GEMMA NIERGA O

LA IMPORTANCIA DE SABER EXPLICAR
No sabemos explicarnos adecuadamente; eso pasa a todos los niveles y luego pasa lo que pasa: malentendidos, incomprensión, discusiones, desastres culinarios
Salió, aunque un poco torcida

Yo estoy con Gemma Nierga y sus bocadillos congelados y sus dudas sobre las recetas fáciles, de las que hablan todos los cocinillas. Yo me atreví con una tarta de chocolate. Se empeñó mi hija. Condición: sin horno, no fuéramos a tener que llamar a los bomberos. La receta era muy fácil. Pero es que hay que tener en cuenta a quién tienes delante y sus prioridades. Y eso sirve para todas las facetas de la vida.

Porque ¿Qué son 75 ml de agua? Por Dios! No pueden hablar más claramente, cuando quieren dicen una pizca de sal;  luego va y se ponen matemáticos. No pueden decir el culo de un vaso de agua o un dedo o dos de agua, que es mucho más comprensible.

Luego otra cuestión esencial, si el chocolate hay que fundirlo al baño maría, hay dos cosas importantísimas. Avisen: no usar microondas, porque las que somos poco pacientes enseguida echamos mano de él y se nos quema el chocolate, por listas. Y segundo, expliquen cómo sacar el bol de chocolate del baño maría sin que se llene de agua.  Y de paso explican por qué se llama baño maría, que resulta que fue una mujer que dejó ciertos inventos.
Había perdido algo de relleno en el camino.

Otra cuestión a tener en cuenta. En vistas de que la cocinera ya anda medio loca por la cocina, arreglando los diversos desaguisados iniciales, tengan en cuenta que a partir de entonces se producen los despistes. Así que cuando haya que calentar los 75 puñeteros ml de agua, recuerden que hay que introducir el bol con el agua en el micro. No olvidar poner el agua en el bol porque si no se calienta el bol y no hacemos nada.

De cualquier forma y pesar de todo, la tarta de chocolate salió, algo torcida, pero sabe a chocolate.

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