A ello se añade que, por fin, pones la lavadora con motivo;
porque anda que no ponemos lavadoras a lo tonto, con ropa prácticamente limpia,
en esa obsesión publicitaria de tener el blanco más blanco o el limpio más
limpio ¿Para qué?
miércoles, 31 de agosto de 2016
MANCHARSE A GUSTO
Los anuncios de detergente suelen mostrar a niños
manchándose la ropa. ¡Y qué a gusto lo hacen!; creo que las manchas son
proporcionales a lo bien que se lo han pasado, aunque no siempre. Creo que los
mayores hemos perdido el dulce placer de llegar a casa con la ropa manchada y
esa sensación de poner la lavadora con argumentos suficientes. Por eso es
necesario recuperar ese placer. Yo, al menos, lo consigo en el trabajo y también
fuera de él. Como llevo ropa de uniforme, disfruto como una niña pequeña
manchándome mientras hago el trabajo, no tengo cuidado alguno y cuando llego a
casa y veo las manchas, me siento orgullosa no del trabajo, ( que también) sino
de haberlo hecho sin pensar en las consecuencias, sin pensar que iba a volver a
casa con la ropa manchada. ¡Qué gusto da no pensar en ello, no ver sucia la
ropa, sino usada y aprovechada!
martes, 30 de agosto de 2016
LAS RETORCIDAS LLAVES
Una mala mujer suele ser una desordenada mental, hasta el
punto de no saber dónde deja las llaves o las gafas. Ya sé, me han aconsejado
muchas cosas, entre ellas dejarlas siempre en un mismo lugar ¡Qué cosa más
fácil! Y lo intenté, coloqué un portallaves en la cocina; el lugar elegido
debiera haber sido al lado de la puerta, pero como había un agujero hecho en la
cocina, ahí que lo puse; ley del mínimo esfuerzo.
Pues bien, jamás lograba
dejarlas ahí. Hasta que un día, en pleno revuelo porque no llegábamos a una
cita de mis hijos, les pedí que se pusieran a buscar. Están acostumbrados a que
antes de salir de casa tengan que buscar las llaves o las gafas de mamá. No
había forma de encontrar las puñeteras llaves. Habíamos buscado en los lugares
más insospechados, hasta en el cubo de la ropa. Y de repente, una luz se me
encendió. Suele pasar a quien es desordenado, acaba teniendo una memoria
visual. Por una vez las llaves estaban colgadas en el portallaves. Nunca más he
vuelto a dejarlas ahí.
Ni una sola llave, sólo adornos y llaveros. |
lunes, 29 de agosto de 2016
DE CÓMO EL KETCHUP ACABÓ EN EL CUBO DE LA ROPA
No se qué fue antes si el huevo o la gallina. Lo cierto es
que en verano mi hija suele llegar a casa y se va quitando la ropa por el
pasillo hasta llegar al salón (por llamar de algún modo al lugar donde está la
tele y el sofá). Su madre, (que soy yo, eso no hay duda), hace casi lo mismo,
pero en lugar del pasillo utilizo las distintas estancias por donde voy
pasando. Así es como luego hay una deportiva aquí, la otra allí, una camiseta
en la cocina. Gracias que no tengo casi habitaciones. Bueno, el caso es que hay
prendas por toda la casa y una de las que más me trae de cabeza es el
sujetador. Sencillamente, porque siempre se pierde por algún recoveco y me
vuelvo loca buscándolo. Sé que
aparecerá, pero me dedico a buscarlo intensamente porque no es el caso de que
alguien venga a casa, se siente en el sofá y, de repente, note algo en su
trasero y aparezca el sujetador. Supongo que pensaría mal y a mi no me
importaría que lo que pensase hubiese sido cierto, pero tampoco es cuestión de
que lleguen visitas y acaben hablando del sujetador. Sobre todo porque la
mayoría de ellas suelen ser amigos de los hijos. Mis amigas ya me conocen y no
hay problema.
Pues bien, este desparrame de ropas hace que, al llegar la
noche, recogiendo la cena, aproveche para recoger algunas prendas por el camino
hacia la cocina, el baño está antes. Y entre ropas y utensilios varios que ocupan la
mano, el Ketchup acabó en el cubo de la ropa. Al final, todo tiene una explicación
sumamente racional.
domingo, 28 de agosto de 2016
PLACERES APARCADOS
¡Ay, sí! Cuando llegan los hijos empiezas a relegar ciertos
placeres y si son dos, mucho más. Suele pasar, te auto limitas. Por ejemplo,
hoy me he dado cuenta de uno muy concreto y que no había apreciado hasta el
momento. Me encanta ir a comprar el pan, no por ir, sino por volver a casa con
él en la mano y agarrar el extremo, romperlo y empezar a comerme la puntita,
saboreando cada milímetro, sintiendo cómo aquellos con quien me cruzo desearían
estar en mi lugar, saboreando ese trocito tan especial; llego a sentirme
especial por ello. Y cuanto más picudo y durito más a gusto te lo comes, más lo
saboreas. Un placer para todos los sentidos.
Bueno, el caso es que al volver a casa con el pan en la
mano, dispuesta a deleitarme con ese placer, me he dado cuenta de que hacía
tiempo que estaba aparcado. La razón vino a mi cabeza al instante: en casa
tenía dos niños esperando comerse el currusco de pan crujiente. Tenían que
hacer panes con más puntitas.
sábado, 27 de agosto de 2016
LA CULPA ES DE TU MADRE
¿No me digan que no han oído esa frase a sus respectivos o a
alguien de al lado? Yo sí, ayer mismo. Situación: una niña, de unos tres años,
no se había terminado toda la merienda y la culpa es de la madre, por supuesto.
Para qué vamos a razonar tal sentencia. Está todo dicho, es impepinable ¡Vete
aprendiendo pequeña que luego serás tú la que tenga la culpa de todo! Pero de
eso no se da cuenta su padre.
Pero intentemos razonar: la madre ha preparado la merienda
para ir al parque, piscina o cualquier otro lugar. Luego le va dando trocitos
para que vaya comiendo cómodamente, pero llega un momento en que no quiere más.
El padre, sentado hasta el momento, se levanta y sentencia: la culpa es de tu
madre, no tuya. En algún punto me he debido perder algo ¿Ha hecho algo la madre
incorrecto que ha llevado a la niña a no comer? Un momento, que el padre
continúa hablando: “desde ahora no saldrás de casa hasta que no meriendes”.
Sólo le ha faltado añadir: así me tumbo yo a la bartola en casa, viendo la tele
con mi mando en la mano, mientras tu madre te da la merienda. Desde luego que
la culpa la tiene la madre, pero por aguantarle.
jueves, 25 de agosto de 2016
CON FALDAS Y A LO LOCO
Creo sinceramente que la falda y el vestido ha sido un
elemento tremendamente limitador en la historia social de la mujer. Sí, no se
engañen; si siempre se ha dicho los niños y las mujeres primero, era porque ¡quién
puñetas corre con esos vestidos pomposos y largos de años atrás o con faldas
ajustadas!
Se imaginan correr con esto.. |
Y esto a qué viene, dirán. Ayer me fui al cine con mi hija a
ver Mascotas. No suelo llevar falda, pero me dije “vamos a ponernos una de las
dos faldas que tengo. ¡Buff, que decisión más complicada! No crean hasta hace
poco tenía una y mi famoso vestido negro para ocasiones. Con la falda me puse
zapatos, no deportivas. Un lujo para mí. Y qué ocurrió, que tras el cine mi
hija quiso ir a un parque de juegos y de ejercicios de esos que ponen ahora. Y
la liamos. ¡Cómo se puede ir a un parque con falda y zapatos! Allí estaba yo,
mordiéndome las uñas porque no podía subir a esa barra que imita a la de los
bomberos (ya me gustaría que hubiese sido la de verdad), ni a esas anillas que
pendían en el aire invitándome insistentemente a dar volteretas. Pues eso, que
así no se puede jugar, ni correr, ni saltar…
No niego que queden monas, pero prácticas más bien poco.
Corrijo, son prácticas para una noche loca y un desliz en un baño; para eso
están de vicio. Pero para lo demás, para salir corriendo de cualquier lado,
jugar con los hijos y otras eventualidades de la vida puede ser muy
limitadoras. ¡Ah! La película, encantadora.
miércoles, 24 de agosto de 2016
GRACIAS PAPIS
Las mujeres tenemos que cambiar nuestro objeto de
conversación. Lo digo porque hace dos días, en los vestuarios de las piscinas,
estábamos unas cuantas mujeres, tres de ellas mayores que yo, y no sé de qué
forma salió el tema de las tareas del hogar y la limpieza. Ya digo que hay que
cambiar esos temas por algo más adecuado, por ejemplo, podíamos hablar de
hombres, que supongo es un tema más satisfactorio, o no.
piscinas, lugares de conversación |
Bueno que me pierdo. Hablaban de las tareas que hay que
hacer cada día. Una de ellas había enseñado a su marido cómo tenía que limpiar,
cosa que me pareció estupendo, aunque no sé cómo no sabía lo que hay que hacer.
Pero, claro, ahí apareció la mala mujer señalando que el polvo se limpia cuando
es evidente, la cama se hace cuando es necesario y la limpieza se realiza
cuando la vida te lo permite. ¡Ufff! Lo que dije, aunque en el fondo me
comprendían: divorciada, trabajando con hijos….
Pero no era ese el caso. Al final escuché la frase: a mí lo
que me enseñaron. Y yo pensé, gracias papis por enseñarme que lo más importante
es vivir sin obsesionarse, que lo importante no es tener siempre limpia la
casa, sino el corazón; que lo material es accesorio; que la vida está para
absorberla; que las cosas, además de limpias, tienen que estar llenas de vida y
la vida es impredecible. Por eso mi casa no es perfecta, es como yo.
martes, 23 de agosto de 2016
EL MISTERIO DEL KETCHUP
Ha desaparecido. Anteayer mi hija cenó, no me acuerdo qué,
pero con Ketchup (es increíble lo que los niños pueden comer con Ketchup). Tras
recoger todo, al día siguiente, es decir ayer, el ketchup no estaba en la
nevera. Menos mal que tenía otro. Pero estoy preocupada, no por el bote, sino
por dónde puede estar el Ketchup, vistos mis antecedentes de despistes: he
llegado a meter el lavavajillas en la nevera, la leche donde el lavavajillas,
quise poner la correa del perro a mi hija en lugar de la diadema (aunque, a
veces, si lo pensamos bien, no iba desencaminada). Sí, en la nevera les he
dicho que no está, he mirado en armarios, en el baño, donde los productos de
limpieza, en el balcón, en la lavadora, en el horno. Nada, el bote no aparece.
Normalmente, al día siguiente de perderse algo, se me aparece una lucecita mental que me dice dónde está. Pero esta vez nada. Algún día aparecerá su fósil en cualquier lugar ¡Dios que cruz con el despiste! Si se les ocurre algún lugar me lo dicen ( ojo que mi casa sólo tiene60 m2 ). Ya sé, eso me pasa por no tener orden. ¡Ay! si yo les contara....
Normalmente, al día siguiente de perderse algo, se me aparece una lucecita mental que me dice dónde está. Pero esta vez nada. Algún día aparecerá su fósil en cualquier lugar ¡Dios que cruz con el despiste! Si se les ocurre algún lugar me lo dicen ( ojo que mi casa sólo tiene
lunes, 22 de agosto de 2016
NO QUIERO SER COPILOTO
Estoy pasando el verano observando coches pasar conducidos
en su mayoría por hombres; a su lado, una mujer, de copiloto o, más bien, en
muchos casos, de apaciguadora de niños. Pues lo siento señores, a nosotras
también nos gusta conducir.
Nos gusta la sensación de libertad, cuando sentadas al
volante, observas de frente y es como si un enorme horizonte se abriera detrás
de ese cristal. Muchas veces me han dado ganas de apretar el acelerador, a lo
Thelma y Louise, y avanzar sin rumbo a cualquier parte. Pero sin lanzarme con
el coche por un precipicio, que estoy loca pero no tanto. Además, me apetece
disfrutar de mi coche que, aunque lo compré con 10 años, me encanta y tiene que
durar otros 5. Porque también nos gusta la temeridad, el riesgo y la aventura, aunque no sea una
cualidad.
A lo que iba, que a nosotras también nos gusta dirigir
nuestro destino y no ser sólo copilotos.
domingo, 21 de agosto de 2016
CON LOS PIES EN EL AIRE
¿Quién nos ha dicho a las mujeres que tenemos que estar en
verano sentadas en las hamacas? ¿Quién? ¿O se nos ha metido en el coco? Y quien dice hamaca en verano, dice banco en
invierno. Quizás sea la consecuencia de ese rol de cuidadora
que nos viene dado por la herencia histórica social. Yo no tengo hamaca, me paso el día agua va agua viene, tirándome de bomba
o haciendo la voltereta en el aire.
Y lo que más me entusiasma ahora es hacer
el pino con mi hija en el césped de la piscina o haciendo ruletas, riéndonos un
rato. Se ven más hombres jugando que mujeres. A veces hay que tener los pies
fuera de la tierra. Las cosas se ven de otra manera.
Una lástima cuando caes a tierra |
viernes, 19 de agosto de 2016
¿QUÉ HAGO YO HOY?
Mis chicos llevan cuatro días conmigo, y ya estoy
desquiciada. No me entiendan mal, no por ellos, sino por la maldita comida.
Todos los días pensando qué hago de comer, me tiene frita. Y los consejeros
esos que salen: hay que comer cinco piezas de frutas al día, incluir legumbres,
verduras, pescado… ¡Oigan! ¿Ustedes tienen niños y trabajan? Porque no sé
cuándo puñetas les voy a dar las cinco piezas de frutas y meterles todo los que
dicen. Primero porque, como trabajo, tengo que dejar la comida preparada;
segundo porque soy muy mala cocinera y no me interesa mejorar en este aspecto
ni lo mas mínimo y tercero porque no me apetece luchar cada día por la comida.
Y cinco piezas de fruta, que el día tiene 24 horas y hay que dormir, o se comen
alguna a media noche.
Y me faltan las pizzas de microondas porque del horno ya hablaré |
Lo cierto es que, al final, acabo haciendo un planing de
comidas, con su participación, para no perderme. Un desastre alimenticio, lo
sé. Así que vayan incluyendo en el menú de mala mujer la de mala madre.
jueves, 18 de agosto de 2016
LA MISTICA DE LOS CALCETINES
Hoy creo haber encontrado uno de esos calcetines perdidos. Y digo creo porque me queda una duda. Suelo guardar el calcetín abandonado por su libertino compañero y estoy pensando que, quizás, no es que haya aparecido aquel que se marchó sin dejar ni rastro, sino que ha habido otro que también se ha largado a la aventura. Al final podría ser que haya logrado unir a dos solitarios calcetines abandonados. Hay veces que la colada es como la vida misma. Ya ven, me he puesto mística con los calcetines.
miércoles, 17 de agosto de 2016
UNA TEORÍA DE LA SATISFACCION
Tengo una teoría sobre la satisfacción: creo que ésta es
directamente proporcional a la negrura de las plantas de los pies cuando te vas
a meter en la cama.
Eso sí, la satisfacción está condicionada a que desencadene,
a su vez, un grado de sorpresa que arranque una verdadera sonrisa. El resultado
debe ser, ineludiblemente, meterse en la cama sin más preocupación y con esos
pies negros resultado de una vida satisfactoria.
lunes, 15 de agosto de 2016
NO TE IBA A VIOLAR
Ayer trabajando (sí trabajo los domingos y festivos; así es
el Estado, y no cobro festivos). Bueno, como iba diciendo, ayer transitaba cantando por los
caminos en la furgoneta, cuando, de repente, observé cómo a una lado
del camino había una bicicleta en el suelo y un joven sentando a su lado. Tenía
el torso desnudo, delgado, pero musculoso; se le venía alto y bien
proporcionado; llegué hasta él, con mi coche oficial, y le pregunté si se había
caído. Alzó la cabeza; ¡Buff! Además era bien parecido. Me dijo que se había
torcido un tobillo.
Le sugerí acercarlo a algún sitio, pues estábamos a unos
dos kilómetros de la población. Pero negó con la cabeza. Insistí y él insistió
“no. Puedo, puedo ir sólo” Así que me marché con ganas de decirle que no le iba
a violar. ¡Vale! Que te llegue una tía con el pelo alborotado, la camisa con
las mangas cortadas a lo macarra y con la música rock a todo trapo, a lo mejor
no da mucha confianza. Pero les aseguro que no le iba a violar. Sólo le iba a
hacer un favor. Casi que me callo que voy a acabar por arreglarlo más.
Mis camisas cortadas a lo macarra. |
domingo, 14 de agosto de 2016
MI TOQUE ESPECIAL EN LA COCINA
Mi cocina tiene un toque especial y no es por las comidas. El toque: no pasa nada si
se te van las ganas. Y es que cuando llegué hace dos años a mi piso, arreglé el
baño (qué tendrá que ver con la
cocina dirán, esperen). Cambié la bañera por
ducha y lo alicaté con azulejos rojiblancos, como buena atlética. Bueno me lo
alicataron. Pero tuve un fallo enorme, dejé un metro sin azulejos y tuve que pintarlo.
Eso sí que lo hice yo. No les digo cómo quedó, no me quedaron los bordes muy
rectos, pero tampoco pasa nada. La perfección no existe. Ya puesta, y como
quedaba pintura, me dije: ¡Vamos a por la cocina! Ya experimentada, antes de
nada, y no como en el baño, puse la cinta de pintor para intentar no salirme de
la raya. Pasados dos años de aquel eufórico momento, la cinta de pintor sigue en
la cocina y la pintura en el bote. Como habrán podido imaginar, la cocina sigue
sin pintar, pero tiene mi toque especial: la cinta adornando la pared. Y no pasa
nada, siempre puedo decir que estoy en ello. Ya llegará su momento.
Todo real, como verán |
sábado, 13 de agosto de 2016
NO ME PONGAN RELLENO, POR FAVOR
Hoy he ido de
compras. Bueno, especifico, me he ido a comprar una lentilla que se me había
roto no sé cómo. He pasado por una tienda conocida de ropa interior y me he
dicho, vamos a ver qué hay por aquí, porque siempre ando a vueltas con la talla
del sujetador. Tengo que comprarlos en Francia, por internet, porque tienen
claro que una cosa es el contorno, centímetros alrededor por debajo del pecho,
y la copa: A, para las pequeñas, B, C, y sobre todo, D y E para las más
portentosas. dos tetas y un palo corriendo detrás de
ellas.
Y es que soy delgada, pero echada palante, por decirlo de algún
modo. Sigo preguntándome ¿CÓMO PUÑETAS MIDEN LA COPA? Ya lo pregunté en otros
foros ¿Con la mano del diseñador, con un cazo, con una red de peces, con una
taza? ¿Con qué? Porque, dependiendo de la marca, cambia el volumen de la
puñetera copa. Aunque hoy, curioseando, he llegado a la conclusión de que son
hombres los que diseñan. Porque, vamos a ver, para qué narices me ponen ustedes
relleno en una copa D o E; a lo mejor en la C podría pasar y depende…de esa
mano del diseñador. Que pongan el relleno en la A o la B, pase; pero más allá.
¿Qué pretenden? Yo lo que necesito es una buena goma debajo de mis tetas, con
un arito suave que me las sujete, y no relleno; que voy a parecer dos tetas y un
palo corriendo detrás de ellas.
Uno de los míos. Pero no soy yo. Eh! |
viernes, 12 de agosto de 2016
HACIENDO DE MANITAS
Las varillas |
La persiana |
jueves, 11 de agosto de 2016
NO NOS DUELE LA CABEZA
A ver chicos. Es un tópico, pero se sigue diciendo aquello de que
por la noche a
las mujeres nos duele la cabeza o estamos cansadas. No lo dicen sólo los hombres, hay mujeres que admiten que les ocurre. Y no es de extrañar, chicos ¿Se os ha ocurrido pensar que a lo mejor la culpa es vuestra? Que nos aburre la misma rutina, que le ponéis poca imaginación o ninguna, que se puede cambiar de horario, de juegos, incluso, me atrevería a decir que de algo más. Porque, si nos ponen al lado a Chris Hemsworth o a Jon Kortajarena (por poner los de las listas de más deseados) seguro que a ninguna nos duele la cabeza, ni estamos cansadas. ¡YA TE DIGO! Será que la pareja para toda la vida se nos hace muy larga. Porque, en suma, ¿Quién marcó la norma según la cual debe ser un hombre y una mujer para siempre? ¿Por qué no puede ser de otro modo? ¡Eh!
las mujeres nos duele la cabeza o estamos cansadas. No lo dicen sólo los hombres, hay mujeres que admiten que les ocurre. Y no es de extrañar, chicos ¿Se os ha ocurrido pensar que a lo mejor la culpa es vuestra? Que nos aburre la misma rutina, que le ponéis poca imaginación o ninguna, que se puede cambiar de horario, de juegos, incluso, me atrevería a decir que de algo más. Porque, si nos ponen al lado a Chris Hemsworth o a Jon Kortajarena (por poner los de las listas de más deseados) seguro que a ninguna nos duele la cabeza, ni estamos cansadas. ¡YA TE DIGO! Será que la pareja para toda la vida se nos hace muy larga. Porque, en suma, ¿Quién marcó la norma según la cual debe ser un hombre y una mujer para siempre? ¿Por qué no puede ser de otro modo? ¡Eh!
miércoles, 10 de agosto de 2016
El CABECERO DE LA CAMA
No he sido capaz ni de alisar las sábanas. ¡Será posible! |
Así que, pensándolo bien, me dije un día “ a ver si Google tiene la respuesta a la practicidad o inoperancia del cabecero. ¡Oye, pues las hay! Respuestas de todo tipo. ¡Este Google es la leche! Ya puedes preguntarte lo que sea que hay una respuesta o, incluso, muchas más y de distinto matiz. No sé cómo lo hace. Un día voy a tener que intentar ligarme a un informático para que me explique el tema.
¡Yaaaa! Sería más adecuado apuntarme a un cursillo; pero no
me dirán ustedes que cualquier explicación resulta mucho más satisfactoria en
la cama ¡DONDE VA A PARAR!
martes, 9 de agosto de 2016
NO TIENE PRECIO.............SALTARSE EL GUIÓN
Es lo que tiene tener un bar debajo de tu piso y una amiga, en similares circunstancias, viviendo a 30 metros. |
Cuando digo nadar, no digo chapotear, sino nadar de verdad, 30 largos seguidos, sin rechistar. Luego, salir del agua como una campeona. Volver a casa y encontrarse con una amiga a la 13.30. Decirnos “Nos tomamos una caña. Una, eh! Nada más!”. Y, al final, llegar a casa a las cuatro de la tarde, mientras te esperan los macarrones preparados de hace dos días. Eso, les digo, NO TIENE PRECIO.
lunes, 8 de agosto de 2016
LA COMIDA DE SOLTERA
Mis hijos están con su padre. Yo sigo trabajando, así que toca preparar comida: una buena perola de macarrones para unos cuantos días. No es tan grave comer lo mismo todo los días, basta con variar la cena y el picoteo de media tarde. No pasa nada en el cuerpo. Ya sé que dirán los médicos que hay que comer de todo. Y lo hago, cuatro días macarrones, cuatro verdura, cuatro días de lentejas. Con ello contribuyo a la mejora del medio ambiente ahorrando electricidad, y a la de mi economía. No me dirán que no soy una campeona.
La Zapatilla
¿Saben lo maravilloso que es entrar en casa y ver una zapatilla en medio del pasillo, empujarla y que se quede ahí durante días?
Es una sensación estupenda, inusual, que nadie aprecie su presencia, que nadie se pregunte qué hace ahí, que no te domine esa zapatilla, que nada, ni nadie te diga por qué no está en su sitio, que ya llegará su momento; que mientras tanto, disfrute la zapatilla de su libertad y yo de la mía.
¿QUÉ ES UNA MALA MUJER?
¿Qué es una mala mujer? Pues como ya he dicho es aquélla que no se adapta a los cánones establecidos. ¿Qué son esos cánones? Pues los van a ir descubriendo a medida que conozcan el día a día de una mala mujer, ésa que hace lo que no se espera de ella. Porque de una mujer se esperan una determinadas actitudes y aptitudes, herencia de una historia social que ha dejado a la mujer muy mal parada; nos han robado las emociones y la iniciativa. Pero las mujeres cambian y los hombres también. Esta mala mujer sólo quiere aportar unos hechos que no afectan negativamente a nadie, pero que no son comprendidos socialmente. Y no quiero alargarme, ni enrollarme, salvo decirles que espero lo pasen bien a lo largo de este diario. ¿Me sigues? Atrévete.
¿Quién Soy?
Soy sólo una mujer, divorciada, con dos hijos, custodia compartida cada 15 días. Trabajadora y mal pagada, pero me las arreglo bien, como cualquier mileurista. Licenciada, aunque no trabajo en lo mío. Lo hice, pero no seguí los cánones. Me voy acercando a los cincuenta, sin que se note demasiado. Llevo dos años divorciada y, desde ese momento, es como si viviese una segunda juventud. No importa mi nombre, ni de dónde soy, sino lo que hago. No me siento de ningún sitio, porque cada pueblo tiene su idiosincrasia y no comulgo con ellas. Así que cuando me preguntan de dónde soy, mi respuesta es que no importa dónde nací, sino lo que digo y hago, lo que soy. Por eso, este diario. Romper moldes y estereotipos se me da muy bien; no es que lo busque, es que me sale; pero desde el respeto, sin hacer mal a nadie, sólo a mi imagen de mujer. Por eso lo de mala mujer ¡Eah! que esto es muy aburrido. Ya me irán conociendo. Sólo he creído necesario decirles que unas veces vivo sola y otras acompañada de mis hijos.
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