Ni una sola llave, sólo adornos y llaveros. |
martes, 30 de agosto de 2016
LAS RETORCIDAS LLAVES
Una mala mujer suele ser una desordenada mental, hasta el
punto de no saber dónde deja las llaves o las gafas. Ya sé, me han aconsejado
muchas cosas, entre ellas dejarlas siempre en un mismo lugar ¡Qué cosa más
fácil! Y lo intenté, coloqué un portallaves en la cocina; el lugar elegido
debiera haber sido al lado de la puerta, pero como había un agujero hecho en la
cocina, ahí que lo puse; ley del mínimo esfuerzo.
Pues bien, jamás lograba
dejarlas ahí. Hasta que un día, en pleno revuelo porque no llegábamos a una
cita de mis hijos, les pedí que se pusieran a buscar. Están acostumbrados a que
antes de salir de casa tengan que buscar las llaves o las gafas de mamá. No
había forma de encontrar las puñeteras llaves. Habíamos buscado en los lugares
más insospechados, hasta en el cubo de la ropa. Y de repente, una luz se me
encendió. Suele pasar a quien es desordenado, acaba teniendo una memoria
visual. Por una vez las llaves estaban colgadas en el portallaves. Nunca más he
vuelto a dejarlas ahí.
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