sábado, 27 de agosto de 2016

LA CULPA ES DE TU MADRE

¿No me digan que no han oído esa frase a sus respectivos o a alguien de al lado? Yo sí, ayer mismo. Situación: una niña, de unos tres años, no se había terminado toda la merienda y la culpa es de la madre, por supuesto. Para qué vamos a razonar tal sentencia. Está todo dicho, es impepinable ¡Vete aprendiendo pequeña que luego serás tú la que tenga la culpa de todo! Pero de eso no se da cuenta su padre.

Pero intentemos razonar: la madre ha preparado la merienda para ir al parque, piscina o cualquier otro lugar. Luego le va dando trocitos para que vaya comiendo cómodamente, pero llega un momento en que no quiere más. El padre, sentado hasta el momento, se levanta y sentencia: la culpa es de tu madre, no tuya. En algún punto me he debido perder algo ¿Ha hecho algo la madre incorrecto que ha llevado a la niña a no comer? Un momento, que el padre continúa hablando: “desde ahora no saldrás de casa hasta que no meriendes”. Sólo le ha faltado añadir: así me tumbo yo a la bartola en casa, viendo la tele con mi mando en la mano, mientras tu madre te da la merienda. Desde luego que la culpa la tiene la madre, pero por aguantarle.

 

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