Pero intentemos razonar: la madre ha preparado la merienda
para ir al parque, piscina o cualquier otro lugar. Luego le va dando trocitos
para que vaya comiendo cómodamente, pero llega un momento en que no quiere más.
El padre, sentado hasta el momento, se levanta y sentencia: la culpa es de tu
madre, no tuya. En algún punto me he debido perder algo ¿Ha hecho algo la madre
incorrecto que ha llevado a la niña a no comer? Un momento, que el padre
continúa hablando: “desde ahora no saldrás de casa hasta que no meriendes”.
Sólo le ha faltado añadir: así me tumbo yo a la bartola en casa, viendo la tele
con mi mando en la mano, mientras tu madre te da la merienda. Desde luego que
la culpa la tiene la madre, pero por aguantarle.
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