miércoles, 24 de agosto de 2016

GRACIAS PAPIS

Las mujeres tenemos que cambiar nuestro objeto de conversación. Lo digo porque hace dos días, en los vestuarios de las piscinas, estábamos unas cuantas mujeres, tres de ellas mayores que yo, y no sé de qué forma salió el tema de las tareas del hogar y la limpieza. Ya digo que hay que cambiar esos temas por algo más adecuado, por ejemplo, podíamos hablar de hombres, que supongo es un tema más satisfactorio, o no.


piscinas, lugares de conversación
Bueno que me pierdo. Hablaban de las tareas que hay que hacer cada día. Una de ellas había enseñado a su marido cómo tenía que limpiar, cosa que me pareció estupendo, aunque no sé cómo no sabía lo que hay que hacer. Pero, claro, ahí apareció la mala mujer señalando que el polvo se limpia cuando es evidente, la cama se hace cuando es necesario y la limpieza se realiza cuando la vida te lo permite. ¡Ufff! Lo que dije, aunque en el fondo me comprendían: divorciada, trabajando con hijos….

Pero no era ese el caso. Al final escuché la frase: a mí lo que me enseñaron. Y yo pensé, gracias papis por enseñarme que lo más importante es vivir sin obsesionarse, que lo importante no es tener siempre limpia la casa, sino el corazón; que lo material es accesorio; que la vida está para absorberla; que las cosas, además de limpias, tienen que estar llenas de vida y la vida es impredecible. Por eso mi casa no es perfecta, es como yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario