Parece ser que entre las mujeres está haciendo furor el
juguetito succionador de clítoris; más aún teniendo en cuenta las fechas en las
que estamos.
Por supuesto, yo no estoy en contra de ningún juguete
erótico; están los vibradores, las bolitas, pinzas para los pezones y otros
cacharitos varios para hacerte pasar un buen rato.
Sin embargo, no me cuadra eso de un succionador para orgasmos
rápidos. A ver, señoras, me parece que vamos mal ¿La cuestión no estaba en pasarlo bien un montón de rato?
Los hombres siempre han buscado acabar con la eyaculación precoz y ahora vamos
nosotras y queremos una eyaculación precoz de nuestro clítoris. Así que me he
perdido. Como siempre, acabo siendo una mala mujer a contracorriente. El acto sexual requiere tiempo, requiere conocerse a sí misma, buscar la postura, lo que te va; hay que esforzarse. Parece que nos han metido la rapidez en el cuerpo. Hasta hay que correr para correrse.
Por otra parte me pregunto cuántas mujeres en España no
sabían masturbarse. Y lo peor de todo es que algunas ya concluyen que no
necesitan más pollas.
Lo siento. Me gustan los juguetes. Pero para mi el mejor
juguete es un hombre con el que poder hacer cositas y llegar a orgasmos de
clítoris y vaginales. Porque cuando una se masturba, por lo menos yo, me gusta
pensar en las cosas guarras que podría estar haciendo con un tío. Los juguetes
están bien cuando estás sola y te apetece, pero no lo cambio por el tío que me
va a mí. Porque lo pasas bien cuando tú llegas y el doble cuando lo ves llegar a él.