sábado, 19 de noviembre de 2016

¿RESPONSABILIDAD?

A estas alturas de la vida, como mala mujer, todavía me pregunto qué es la responsabilidad. Una palabra, creo, muy sobrevalorada, que puede servir para todo. Los políticos la utilizan a mogollón y eso no la deja bien parada.
Entre nosotros es una palabra que condiciona . De hecho, hay hombres y mujeres que, llegados a una edad, no sé muy bien cuál, debe depender de algo, aunque creo que influye mucho tener hijos, eluden ciertas actividades por la posibilidad de una lesión o un pequeño accidente. No lo digo porque sí, sino porque una vez me lo comentaron cuando iba patinando con mi hija, y no fue aquella vez que me riñeron dos señoras, que también salió la puñetera palabra. Una mujer me dijo: yo no me arriesgo a patinar por temor a tener un accidente; luego se complican las cosas.

Sin embargo, por experiencia, las cosas se complican te montes o no en patines, te tires en paracaídas o te montes en una cesta, para subir a una torre de 18 metros a limpiar un nido de cigüeña.

Porque es así; muchos dirán condicionalmente, y si…, y si… Pues si llega el y si… ya se verá. El mundo no se acaba en los problemas, empieza con ellos, nada más nacer tenemos que aprender a respirar; así vas descubriendo lo grandioso y fuerte que puedes ser, aunque nadie haya a tu lado.

¡Uy! Me estoy poniendo filosófica. Además, si no me subo a 18 metros, y si no ayudo a la conservación de este planeta, y si no colaboro… qué tendrán esos hijos de herencia con tanta responsabilidad ¿Una casa? Sí, posiblemente, en un lugar inerte.

Así que decido ponerme los patines y tirarme por la rampa, aunque me empotre con un muro de hormigón. Que no será de extrañar, visto lo visto.

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