Entre nosotros es una palabra que condiciona . De hecho, hay hombres y mujeres que, llegados a una edad, no sé muy bien cuál, debe depender de algo, aunque creo que influye mucho tener hijos, eluden ciertas actividades por la posibilidad de una lesión o un pequeño accidente. No lo digo porque sí, sino porque una vez me lo comentaron cuando iba patinando con mi hija, y no fue aquella vez que me riñeron dos señoras, que también salió la puñetera palabra. Una mujer me dijo: yo no me arriesgo a patinar por temor a tener un accidente; luego se complican las cosas.
Sin embargo, por experiencia, las cosas se complican te
montes o no en patines, te tires en paracaídas o te montes en una cesta, para subir
a una torre de 18 metros
a limpiar un nido de cigüeña.
Porque es así; muchos dirán condicionalmente, y si…, y si…
Pues si llega el y si… ya se verá. El mundo no se acaba en los problemas,
empieza con ellos, nada más nacer tenemos que aprender a respirar; así vas descubriendo
lo grandioso y fuerte que puedes ser, aunque nadie haya a tu lado.
¡Uy! Me estoy poniendo filosófica. Además, si no me subo a 18 metros , y si no ayudo
a la conservación de este planeta, y si no colaboro… qué tendrán esos hijos de herencia con tanta responsabilidad
¿Una casa? Sí, posiblemente, en un lugar inerte.
Así que decido ponerme los patines y tirarme por la rampa,
aunque me empotre con un muro de hormigón. Que no será de extrañar, visto lo
visto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario