Algunos dirán que hay que hacer caso a los médicos, pero
algunos somos caso aparte. Por ejemplo, yo, cada vez que he ido al médico no
han sabido qué me pasaba, lo achacaban a mi ser. Un día descubrieron que tengo
una alteración genética, aunque dicen que no tiene consecuencias. Eso es que no
me conocen lo suficiente. Debido a ello, y con todos mis respetos a su
profesión, paso de ir, y acabo haciendo lo que me da la gana, porque, a fin de
cuentas, lo voy a pagar yo.
Además un poco de diversión no hace daño a nadie y mejora
sustancialmente el estado mental. Para qué vamos a estar mirando cómo disfrutan los niños, cuando podemos hacerlo con ellos.
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