sábado, 29 de octubre de 2016

NI CON VALIUM ME PARAN

Las malas mujeres no podemos estar quietas, máxime si somos madres. Ni con valium, ni con dolor, ni con sueño; algo nos puede. El reposo lo dejamos para después de un buen polvo o más, si se tercia que no está la cosa para limitaciones; o después de una noche loca. Así que por mucha contractura o lo que sea, el viernes es día de patines, instituido no sé sabe cómo por las amigas de mi hija, pero así es. Por tanto, había que calzárselos y ahí que me fui.

Algunos dirán que hay que hacer caso a los médicos, pero algunos somos caso aparte. Por ejemplo, yo, cada vez que he ido al médico no han sabido qué me pasaba, lo achacaban a mi ser. Un día descubrieron que tengo una alteración genética, aunque dicen que no tiene consecuencias. Eso es que no me conocen lo suficiente. Debido a ello, y con todos mis respetos a su profesión, paso de ir, y acabo haciendo lo que me da la gana, porque, a fin de cuentas, lo voy a pagar yo.

Además un poco de diversión no hace daño a nadie y mejora sustancialmente el estado mental. Para qué vamos a estar mirando cómo disfrutan los niños, cuando podemos hacerlo con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario