Que sí, que es cierto, que hoy había un tío bueno en una
obra de carretera de esas en las que te paran con un stop para regular el paso
y en las que te aburres una barbaridad. No es una leyenda, es cierto. Y se
agradece ¡Qué puñetas! Ya era hora que, al menos, ya que te paran durante un
ratito, tengas una buena perspectiva. El ser la primera ante el stop y el
tiempo que ha transcurrido, me ha permitido apreciar sus formas: alto, bien
proporcionado, moreno de pelo con un corte desordenado, no largo, pero sin una
forma definida; mirada profunda, a la par que descarada; ojos tirando a
almendrados, pero sin llegar a serlo, oscuros. ¡Na! que estaba para hacerle un
favor y no tenérselo en cuenta. He estado a punto de decirle un piropo y de bajarme
a hacerle una foto. Pero me he reprimido, y eso que me daba tiempo.
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Ni comparación, si le llego a hacer la foto.... |
No es la primera vez que lanzo piropos; lo hice hace poco,
desde el coche a una amiga que pasaba por un paso de peatones. Si es que no
tengo remedio. La verdad es que empiezo a pensar que se me está agudizando el
macarrismo.
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