Puede llegar a haber de todo encima de la mesa |
Además, siempre dicen que la hora de la comida es un momento idóneo para hablar todos, pero no me cuadra con eso de no hablar con la boca llena. Así que ya hablamos después de comer, tumbados boca arriba en la cama, mirando al techo y riéndonos un rato de cómo está la mesa.
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