¡Cómo hemos cambiado! Son cosas de las malas mujeres, ellas
hablan de sexo y los hombres de amor. Puede pasar. Ya no somos las que
esperamos a que nos saquen a bailar, ni, como en las otras especies de
animales, las que esperan al macho alfa; no somos mujeres recatadas que esperan
que se encienda el destello del amor. Ya no; las malas mujeres podemos hablar
de sexo y no de amor. Podemos querer disfrutar de nuestros cuerpos, sin tener
que introducirnos en una relación que pueda llevarnos a complicaciones o
desilusiones. ¿Acaso las mujeres no nos volvemos cuando vemos un buen culito
masculino?
¡Anda ya! Si conversamos
muchas veces sobre ello. Lo que pasa es que a la hora de admitirlo, la cosa se
torna de repente inmoral. Sin embargo, no somos muy distintas a ellos.
|
No ha habido forma de encontrar una imagen
de una mujer mirando a un hombre. |
Pero eso tiene su contrapartida; debemos estar dispuestas a que nos
digan no, a que nos rechacen por ese mismo motivo. La igualdad también tiene
ese aspecto y hay que estar dispuesta a asumirlo, no vamos a buscar solo lo
bueno de la equiparación. Y debemos saber que eso supone renunciar a ciertas
cosas. Aunque, todo hay que reconocerlo, puede que las malas mujeres queramos ese tipo de relaciones abiertas pero con algo de cariño, un abrazo, una caricia y respeto. Algo que se puede dar sin la
sensación de propiedad que impera en algunas relaciones afectivas.
Sin embargo, estoy segura que seguirá imperando la pareja, aunque sean sucesivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario