miércoles, 28 de septiembre de 2016

TU ME HABLAS DE AMOR Y YO DE SEXO

¡Cómo hemos cambiado! Son cosas de las malas mujeres, ellas hablan de sexo y los hombres de amor. Puede pasar. Ya no somos las que esperamos a que nos saquen a bailar, ni, como en las otras especies de animales, las que esperan al macho alfa; no somos mujeres recatadas que esperan que se encienda el destello del amor. Ya no; las malas mujeres podemos hablar de sexo y no de amor. Podemos querer disfrutar de nuestros cuerpos, sin tener que introducirnos en una relación que pueda llevarnos a complicaciones o desilusiones. ¿Acaso las mujeres no nos volvemos cuando vemos un buen culito masculino?  ¡Anda ya! Si conversamos muchas veces sobre ello. Lo que pasa es que a la hora de admitirlo, la cosa se torna de repente inmoral. Sin embargo, no somos muy distintas a ellos.
No ha habido forma de encontrar una imagen
de una mujer mirando a un hombre.
Pero eso tiene su contrapartida; debemos estar dispuestas a que nos digan no, a que nos rechacen por ese mismo motivo. La igualdad también tiene ese aspecto y hay que estar dispuesta a asumirlo, no vamos a buscar solo lo bueno de la equiparación. Y debemos saber que eso supone renunciar a ciertas cosas. Aunque, todo hay que reconocerlo, puede que las malas mujeres queramos ese tipo de relaciones abiertas pero con algo de cariño, un abrazo, una caricia y respeto. Algo que se puede dar sin la sensación de propiedad que impera en algunas relaciones afectivas.
Sin embargo, estoy segura que seguirá imperando la pareja, aunque sean sucesivas.

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